Hay algo más devastador que el más desolador fracaso, y es no volverlo a intentar.
Cuando vences tus miedos, abres la puerta de tus sueños.
El motor que nos impulsa a superarnos son los sueños.
Para que un sueño se haga realidad, es necesario confiar en uno mismo.
Siempre que vayas a rendirte, piensa que el reloj aún no marca esa hora.
La buena suerte no se maneja por azar, sino que elige a los más valientes para tocarlos con su don.
Si quieres conseguir algo, solo debes concebirlo en tu mente y el universo conspirará para que lo materialices.
Tú eres el único responsable de tus éxitos y tus fracasos. No cargues a los demás con cruces que no les corresponden ni los galardones con logros que nunca merecieron.
Si quieres que a la gente le guste lo que haces, haz lo que a ti más te guste.
Puedes dejar que todo el mundo crea que tu idea es una broma, siempre y cuando tú te la tomes en serio.
El triunfo tiene tantas caras como seres humanos hay en el mundo. Ahora mismo puedes estar siendo testigo de tu triunfo y no darte cuenta.
Sin dificultades y demoras, no hay forma de disfrutar del éxito.
No te preocupes de lo que te ocurra; ocúpate de cómo reaccionas a ello.
La vida puede dar un giro positivo de un momento a otro, solo debes dejarla actuar e impulsarla con todas tus fuerzas.
Solo se tiene veinte años una vez, pero se puede perpetuar la juventud de forma indefinida.
El tiempo es lo único que te juega en contra en la persecución de tus sueños.
No hay material creado por el Hombre que sea más resistente que el propio espíritu de los seres humanos.
Persevera y triunfarás; perfecciónate y te consolidarás.
Si quieres sobrepasar los límites, no tienes más que empujarlos y verás cómo ceden.
La diferencia entre las personas y los árboles es que las primeras tienen la capacidad de cambiar aquello que no les gusta.
Las personas que alcanza el éxito es porque una vez creyeron en sí mismas.
A los enemigos no se los confronta, se los hiere levemente en donde ellos se creen invencibles y ya verás cómo se desmoronan.
No hay logros si no se logra la auto-disciplina.
Si llevas a tu corazón adondequiera que vayas, nunca estarás solo.
Para conseguir algo grandioso, es necesario desterrar lo malo y renunciar a lo bueno.
En cada logro hay una serie de concesiones que debemos hacer.
La caída no es lo grave, lo grave es quedarse en el suelo.
Se puede caminar lento, pero nunca detenerse ni menos marchar hacia atrás.
Si renuncias a un sueño porque te tardará mucho alcanzarlo, verás pasar el tiempo de todos modos, pero sin haber obtenido tu logro y con unas cuantas canas más para comenzar de cero.
Quien sueña en grande, debe estar dispuesto a luchar, pero principalmente debe estar mentalizado para fracasar unas cuantas veces antes de alcanzar el éxito.
